ALDABA CON CABEZA DE LEÓN
En el número 4 de la calle Real, encontramos uno de esos pequeños elementos de nuestro patrimonio, que pasan desapercibidos y que son la sutil pervivencia de un mundo y unas costumbres perdidas en el pasado lejano y, a veces, no tan lejano. Me refiero a una pequeña aldaba de bronce, prácticamente cubierta por capas de pintura que nos permiten atisbar un rostro felino de gran belleza. La pieza, forjada de forma artesanal, está decorada mediante cincel. Estos llamadores se remontan al mundo clásico, como símbolo de respeto hacia la privacidad del hogar ajeno. Como herederos de los dioses lares, estos talismanes protegen las casas y ahuyentan a los espíritus malignos. Un magnífico ejemplo de llamadores, con clara simbología protectora, lo tenemos en la iglesia parroquial de la Trinidad. Por su parte, la figura del león, rey de los animales, tiene gran tradición en nuestra cultura. Por ejemplo, es el emblema del reino de León, y la figura del león suele acompa...